martes, 26 de enero de 2016

Enzai - Parte 3







Guardia A:
-Oye chico, tienes un visitante. Muévete.




Bruscamente agarra mis brazos y golpea fuerte, las esposas sobre mí.
Me lleva por un pasillo. Todavía estoy preguntándome qué es lo que sucede cuando llegamos a un pasillo más iluminado, con una puerta al final.

Guardia A:
-Aquí estamos.

Se abre la puerta. Dentro de la habitación con bancos revestidos, hay un hombre con el pelo rizado y con un raído abrigo.
Él se gira hacia la puerta. Su cara está sin afeitar.



Guys:
- ¿Quién eres?

El guardia se retira, pero el hombre se mantiene en silencio.


Lusca:
-Bueno, voy a presentarme. Soy Lusca, tu abogado. Hablamos en la corte.
-Debido a mi súplica, lograste salir con vida.



El hombre se sienta en uno de los bancos, sin mirarme.
No es que no me acuerde de él.
Me encontré con él dos o tres veces. Lo recuerdo bien porque siempre apestaba a alcohol, incluso durante el día.
Y en efecto, apesta a alcohol hoy.

Guys:
-Así que, ¿qué quieres?
Lusca:
-Fui contratado por tu madre.

Él pone su mano en su bolsillo mientras dice esto. Saca afuera una pequeña botella.
Mira a su alrededor por un momento, entonces vierte el contenido en su boca.

Lusca:
-Ahh, justo lo que necesitaba. Oye niño, no le hables de esto a los guardias.


Guys:
-Así que, ¿qué estás haciendo aquí?
-Y te lo advierto. Si me dices que has venido aquí para hacerme ver cómo bebes, voy a golpearte.




Lusca:
-Ya, ya. No empieces una pelea, o serás castigado. El castigo es muy severo aquí.
- Te atan y vas a tener que orinar los pantalones. Al menos, eso es lo que he oído. No sé si es verdad.
- Es suficiente para volver loco a un hombre.

Cuando dice esto, la cara de Lusca se nubla durante un momento. Pero entonces él vuelve a la normalidad, y me da una carta.

Guys:
-¿Qué es esto?
Lusca:
-Es una carta de tu casa. Puedes leer, ¿no?

Él mira mi cara para asegurarse. Asiento con la cabeza, y Lusca aparta su rostro. Luego saca otra botella.
Él se lo toma de un trago y continúa.



Lusca:
- Bueno, entonces te habrás dado cuenta por la carta, pero tu familia se ha ido abajo.




Guys:
-¿Qué? ¿¡Por qué!?

Lusca:

-Ellos no podían vivir en este pueblo nunca más. No es que sea un lugar pequeño, pero eres un asesino conocido.
-Los periódicos no tienen ningún honor. Ellos escriben cosas que son verdad y que son mentira.
-Ellos revelaron no sólo tu vida privada, sino también la de tu familia y dirección.
-Como resultado, los miembros de tu familia perdieron su trabajo, y se volvieron odiados en esta ciudad.
-Por eso se mudaron lejos.



Guys:
-¡No...!





No volveré a ver a mi familia. Estoy empezando a desesperarme.

Lusca:
-Es por eso que tu madre vino a mí, rogándome que la ayudara.
-Bah. Haciendo el ridículo de mí. Soy un abogado, no un trabajador caritativo.

Casi golpeo a Lusca. Pero vi a la guardia, así que me las arreglé para contenerme.

Lusca:
- Ah, bueno, estoy libre de todos modos.

Lusca suena como si se estuviera ridiculizando a sí mismo.
Por un momento. Hay una herida mirada en sus ojos inyectados en sangre. Pero lo pasa.
Para animarse un poco, Lusca bebe un poco más.

Lusca:
- Ella me pidió que te visitara. Pero sólo puedo verte doce veces.
Guys:
-¿De qué estás hablando?
Lusca:
- No soy una obra de caridad. El dinero que tu madre me dio sólo va así de lejos.
- Ellos no harán de nuevo tu juicio, así que no necesitaré visitarte a menudo de todos modos. Una vez cada tres meses debería ser suficiente.
- Te puedo traer un pastel, así que deberías estar agradecido por eso.

Está hablando como si me estuviese haciendo un favor. Pero algo más me está molestando.

Guys:
- ¿Hacer de nuevo el juicio?
Lusca:
- Nada que ver contigo.

Lusca desestima el asunto y da vuelta para irse. Sin embargo, cojo la manga de su abrigo y lo detengo.
Quién sabe, tal vez hay una manera de salir de aquí.

Guys:
- ¡Sólo dímelo!
Lusca:
- Si se encuentra nueva evidencia, se puede volver a la corte y reclamar inocencia.
-Pero, bueno, a menos que sean evidencias realmente convincentes, es una causa perdida.

Lusca suena desinteresado. Sin embargo, hay una obscura expresión en su rostro.

Lusca:
- Las personas tienen que saber cuándo rendirse. Recuerda esto bien. Vivir aquí debería ser tu mayor preocupación.

Lusca se aleja de nuevo, ya no me presta más atención.


Guys:
- ¡Tú bruto! ¡Soy inocente! ¡Yo no lo maté! ¡Incluso si nadie me va a creer, lo que digo sigue siendo la verdad!




Lusca detiene en seco. Cuando se da vuelta y habla, su rostro es pedregoso y frio.

Lusca:
- Eso es lo que dicen todos, aquí.
Guys:
-......
Lusca:
- Adiós. Nos vemos en tres meses. Cuídate.

Lusca rápidamente se va, como si impacientemente quisiera estar fuera de aquí. El guardia me lleva de vuelta.

Guard A:
-Ven, es tiempo de trabajar. No trabajo, no comida. ¿Entiendes?

Me arrastra a lo largo del área de trabajo.



Guard A:
-Tu trabajo es hacer estos zapatos. La norma es llenar una de estas cajas al día.
-Al principio puedes empezar con cosas pequeñas, pero si aflojas se te castigará.

Con eso, el guardia empuja una caja en mis manos y se va.

Guys:
- Hacer zapatos, dice. Nunca hice nada por el estilo.

Mientras estoy todavía ocupado estando confundido, una voz vacilante me llama.



Io:
-Um, hola.





Guys:
-¿Qué?
Io:
- Um. Las herramientas, están allí.

Cuando alzó la vista en mí, su voz se apagó
Io señala una mesa. En ella veo un par de tijeras para cortar cuero, y una aguja gruesa.

Guys:
-¿Las preparaste tú?

Io niega con la cabeza.

Io:
-Evan me dijo que te enseñe...
Guys:
- Hmmmh. Bueno, está bien. Enséñame.

Io es bastante bueno con las manos. Apesta como maestro, pero aprendo mucho viéndolo.

Guys:
- ¿Eras un zapatero antes?
Io:
- ¿Eh? ¿Quién, yo? No.
Guys:
- Hmm. Eres muy bueno.
Io:
-¿D-De verdad…? Oh, pero, tú te volverás bueno pronto, también.

Debe estar avergonzado. Él baja la cabeza y rápidamente aleja su mano.
La forma en que me mira como si yo le estuviese intimidando, como si fuese José, me molesta.
Sin embargo, quien realmente me molesta, es ese tipo.

Guys:
- ¿Qué pasa con esa actitud?

Me quejo en voz baja mientras salvajemente corto el cuero.

Io:
- Yo, lo siento. Yo, yo sólo pensé que parecías muy prometedor.

Estoy sorprendido. Io parece disculparse como un reflejo.
Sin embargo, no tenía la intención de apuntar mi ira contra Lusca en él.

Guys:
- Estoy hablando de mi abogado. Estaba bebiendo tan temprano en la mañana. ¿¡Cuál es su problema!?
Io:
- Es-Eso está mal, ¿no?

El fuego ha salido de mí ahora, pero gruño a regañadientes.

Guys:
-Bien. De todos modos.
Guardia A:
- ¡Oye ustedes dos, dejen de holgazanear!

Estaba tan ocupado quejándome de Lusca que mis manos dejaron de moverse. Un guardia me grita.

Io:
-Lo, lo siento...

Io retrocede y cierra los ojos a la espera del golpe.

Guys:
-¡Ow...!

Seguro que disfrutaron de golpear mi cara. José se ríe de mí. Estoy empezando a odiarlo, también.

Guys:
-Tengo que salir de aquí...



Hago esta declaración en un susurro destinado sólo para mí.
Io me oye hablar conmigo mismo y me lanza una mirada dudosa, pero se mantiene en silencio.





Así que, mi vida en la prisión ha comenzado.
Me levanto a la campana, me como mi pan y queso, y hago los zapatos hasta el anochecer.
Como las papas y la sopa, luego miro alguna imagen sucia robada de un guardia y fantaseo con mujeres.
Y participo en juegos estúpidos con los demás. Esta vida es monótona e interminable...



El trabajo de hoy ha terminado, y ya es hora de cenar.
La misma vieja comida que he llegado a detestar, está alineada sobre la mesa.
Desde lo profundo de mi corazón estoy harto de esto, pero si dejo que me afecte, no puedo tener esperanzas en salir de aquí.
No puedo permitirme perder el ánimo.
Me reprendo mentalmente y devoro la comida. Justo en ese momento, alguien empuja mi hombro.




José:
-Yo. Tú eres Guys, ¿Cierto?






Me giro, y es José, mirándome hacia abajo con una leve sonrisa en su rostro. Se sienta a mi lado.




Guys:
-J... ¡José! Er, buen trabajo...






Me pongo automáticamente nervioso. Detrás de José está Io, como siempre.
Maldita sea, de todas las personas, tengo que toparme con él. Tengo que apresurarme y terminar mi comida así puedo irme.
No quiero terminar como Io.
Los ojos de José se estrechan, como si leyera mis pensamientos.
El brillo maligno en sus ojos es definitivamente peligroso.




José:
- No estés nervioso.  Inhalar la comida es malo para ti.





José se ríe sombríamente mientras dice esto.
Se está burlando de mí. Le doy una mirada evidentemente molesta.
Como si pudiera disfrutar de mi comida con alguien como TÚ alrededor.
Me gustaría decir eso. Pero si lo hiciera, probablemente tendría problemas más adelante.
He decidido no dar vueltas alrededor de personas como él. Mi respuesta es constante y fuerte.


Guys:
-¿Quieres algo de mí?
José:
- Claro que sí. ¿Por qué no pasas el rato conmigo más tarde? No será malo para ti.



Miro a José sorprendido. Sus ojos brillan con deseo.
En mi silencio, el deseo muere. ¿Para qué diablos vino él a mí?
Ni siquiera trato de ocultar mi sorpresa, y sueno disgustado a propósito cuando digo mi respuesta.


Guys:
-No tengo ganas de darte lo que quieres.



No soy nada comparado con José cuando se trata de tamaño.
Me doy cuenta de esto, pero no importa. Somos de la misma edad, así que no necesito tener cautela.


Guys:
-Si quieres divertirte, encuentra a alguien más.

Echo un vistazo a Io. José lo malinterpreta.

José:
-¿Qué? ¿Estás celoso?

La manera en que lo dice me hace levantar mi voz involuntariamente.

Guys:
Por supuesto que no estoy celoso! No tengo ningún interés en ti. Deja de seguir a mi alrededor.
José:
- Oho… tanto vigor. Parece que está claro quién estará en la parte de arriba.

José baja la voz. Esto hace que sea aún peor.
Pero no debo retroceder ahora. Constantemente me encuentro con la mirada de José.

Guys:
- ¿Estás tratando de comenzar una pelea? Yo estoy dispuesto en cualquier momento.

La mirada de José se vuelve tan firme. Nos miramos el uno al otro, como gatos callejeros al borde de una lucha.
El que mira hacia otro lado primero, pierde. Desesperadamente mantengo mi mirada, pero luego José se ríe.

Guys:
-¿Qué?
José:
- Tienes agallas para ir en serio contra mí. Muy bien. Te dejaré ir por el día de hoy.
- Prepárate. Pronto, voy hablar contigo de la manera difícil

No quiero decir nada más. José es difícil.
Me pongo de pie y me alejo, pero José lanza un último y peligroso comentario en mi retirada.

José:
-Y no me refiero a que sólo te lastimare. No me subestimes.
Guys:
-Esa es mi línea.

Lo que sea. Él me atacó y me resistí, así que no voy a salir ileso.

José:
-Hmph. Vamos a resolver esto pronto.
Guys:
-Bien. Quiero terminar con esto.

Dejo la cafetería detrás de mí, caminando con paso seguro de mí mismo.
Sin embargo, José está extrañamente seguro de sí mismo.
Esto podría ponerse feo. Él es muy inteligente, y aunque no es mucho mayor que yo, es mucho más grande.
Él es, probablemente, muy bueno peleando. Quizás es por eso que él se mete en ellas tan fácilmente.
Aún así, dicho esto, no es del tipo que le guste recurrir a la violencia muy fácilmente.
Si soy cuidadoso, debería estar bien.

Es hora de volver a mi celda.

--------------------------------------------------------------------------------------------------



Todo lo que recuerdo de este último mes es...
Aprendí cómo conseguir tabaco y fotos sucias de los guardias y cómo hacer frente a los chicos que les tientan otros chicos.
Esta noche; mis amigos y yo, estamos mirando fotos de la hija de un noble siendo tomada por un hombre brutal.

Guys:
-Aaaa....

Esta es una buena revista. La chica se ve hermosa y tiene un buen cuerpo, y el tipo está teniendo sexo muy duro con ella.
Pero ya lo he mirado muchas veces y me estoy cansando de ella.


Prisionero A:

-Te ves muy aburrido. ¿Quieres que alguien te la chupe?



Guys:
-¿Eh?



No había pensado en ello, pero miro hacia abajo. De hecho, no hay ninguna reacción.

Guys:
-Aw, ahórrate los chistes malos.

Todo el mundo se ríe de mi reacción molesta.
Cuando las risas se calman, la gente empieza a hablar por aburrimiento.

Prisionero A:
-Aw, hombre. Quiero tener sexo con una chica.

Prisionero B:
-Dadas las circunstancias, me conformo con un chico.



Prisionero C:
-Es cierto. Hay un montón de tipos que se conforman con los hombres en este podrido mundo. Cuando no hay ninguna mujer alrededor, así es.

Esta conversación se va por mal camino. Me levanto para irme, pero me ven enseguida.


Prisionero C:
-¿Qué pasa? Ajá, estás pensando que te vamos a joder.



Guys:
- Estas equivocado. Idiota.
Prisionero B:
-Duele al principio, pero dicen que se pone mejor después.
-Eso sí, me acuerdo de un tipo que realmente se metió en ello.
Prisionero C:
-Ah, sí. Aquél. Era muy ruidoso respecto a eso, también.
-Durer fue bastante duro con él, así que lo oyó toda la prisión.
Prisionero B:
-Sí. Por lo general se ve bastante serio, Pero era un verdadero sátiro por debajo
-Vamos, déjanos hacerlo. Lo haremos de manera que no dolerá.
Guys:
-¡Diablos no!

Esta vez me levanto y corro.
Cuando voy doblando en la esquina, tropiezo con alguien.

José:
-Oye, ¡Mira por dónde vas!

José parece enojado. Me fulmina con la mirada.

Guys:
-¡Whoa! Lo siento, tengo prisa.
José:
-Espera.

Su mano se arremete y agarra mi brazo con tanta fuerza que duele.

José:
-¿Adónde vas con tanta prisa? Todavía no es tiempo para la nominal.
Guys:
-Sí, pero...
José:
-¿Pero qué? ¿Iras a ver a tu novio?

La palabra "novio" me hace hervir la sangre. Todo el mundo por aquí me trata como a una chica.

Guys:
-No.
José:
-¿El baño, entonces?
Guys:
-S-sí. Por lo tanto, nos vemos.

Dije algo para que me deje ir. Pero luego sonríe maliciosamente y lamento lo que dije.

José:
-Qué coincidencia. Yo también. Vayamos juntos.

No pensé que iría al baño conmigo. Intento liberarme de sus garras.

Guys:
-Oye, mira, ¡realmente estoy en un apuro!
José:
-Estarás de vuelta muy pronto. Eso es, si me complaces lo suficientemente bien.

Pierdo la calma. Piso el pie de José tan fuerte como puedo.


José:
-¡Ay!



Guys:
-¡Lo siento!

José relaja su agarre y me las arreglo para escapar.
No es como que pueda huir de él para siempre, pero me doy prisa en volver a mi celda.

Guys:
-Huff, Huff. Parece que lo perdí.

Una vez que llego a mi celda me detengo y doy la vuelta. No hay ni un alma a la vista.
Me apoyo en las barras para recuperar el aliento. En la celda contigua, Vallewida levanta la vista de su libro con curiosidad.
Parece que adivina lo que está pasando.


Vallewida:
-Pareces estar en problemas.



Él sonríe levemente.
Desde la primera vez que nos vimos, le he visto actuar como un fantasma, un par de veces, pero parece que hoy no está en modo fantasma.

Guys:
-Se podría decir eso.

Lo hago sonar como que no debería poner la nariz en los asuntos de otras personas.
Tiene un rostro femenino y es alto pero delgado. No quiero que me tome interés.

Vallewida:
-Este es un mundo sólo para hombres. Ten mucho cuidado.

Vuelve su mirada al libro. Tiene un título complicado, hace que sea poco probable que disponga de una mujer desnuda.
¿Me pregunto que está leyendo en un libro como ese?
Me encojo de hombros y giro para entrar en mi celda. Entonces oigo el sonido de las  pesadas botas de cuero que viene por el pasillo.
¿Quién será? Espero que no sea José. De la celda junto a mí, escucho a Vallewida murmurar oscuramente a sí mismo.

Vallewida:
-Durer...

Me doy vuelta. Sí, es Durer.


Durer:
-¿Acaso no ibas a ir al baño?



Él me mira y se burla.

Guys:
-¿Qué?

Miro hacia él, sin comprender lo que quiere decir por un momento.

Durer:
-Eso es lo que le dijiste antes a José.
Guys:
-Ah...

Recuerdo mi encuentro con José.
Pero no le veo el punto. Este hombre no tiene corazón, ¿por qué debería preocuparse?

Durer:
-Así que, ¿por qué no te apuras y desapareces?

Hace un gesto con la cabeza indicando mi celda.
No tengo idea de lo que está hablando, pero entro en mi celda.



Durer toma las llaves de su cinturón y bloquea mi celda.
Y ni siquiera hemos tenido nomina todavía. Estoy molesto, pero guardo silencio.

Durer:
-Vamos, que tienes que hacer pis, ¿verdad?

Durer llega a través de las barras y me agarra por el cuello.
Me arrastra hacia delante de forma que yo me paro ante las barras.
Sus ojos brillan cuando me ordena que haga aquí lo que la gente no hace en público.

Guys:
-¿Qué...?

Quiero dar un paso atrás, pero no puedo ya que todavía tiene retenido mi cuello.
Durer coge su bastón.
¡No me pegues! Eso es lo que destella a través de mi mente. Recuerdo mi primer día aquí y el trato que me dio Durer.
No tengo opción. Deshago mi cremallera.

Durer:
-Ah, parece que te pusiste de humor. Seguro que eres sucio, haciendo esto aquí.

No me deja de agarrar mientras me ridiculiza.
Me sonrojo de un color rojo intenso. Cuando intento sacarlo, mis manos y piernas comienzan a temblar.

Durer:
-Si estás temblando así no podrás sacarlo. Tal vez deberías dejar caer tus pantalones.

Es una orden disfrazada como una sugerencia. No tengo más remedio que bajar mis pantalones.
Durer me examina con más detalle del necesario. Estoy rojo remolacha.

Durer:
-Vamos, si no te apuras, la gente volverá del nominal.

Estoy más motivado por esas palabras. Pero dadas las circunstancias, no puedo hacerlo.
Después de todo, Durer está mirando muy de cerca.

Durer:
-Qué pequeño lo tienes. Debe ser fácil orinar con eso.
-¿Qué? ¿Quieres comparar tamaños o algo así?

La última parte era para Vallewida.
Durer apartar los ojos de mí por un momento, es un pequeño alivio.
Sin embargo, el recordar que hay alguien a mi lado hace que sea aún más difícil para mí orinar.

Durer:
-¿Qué pasa, no puedes hacerlo? ¿Así que estabas mintiendo antes?

Guys:
-bueno...



Si dijera que mentí, ¿Él me liberaría?
Por supuesto que no, pero con esperanza alzo la vista a Durer a pesar de todo.
Efectivamente, la cara de Durer se contorsiona con una sonrisa cruel.

Durer:
-Ya veo. Así que mentiste. Mentir es el primer paso para convertirse en un ladrón, o al menos eso dicen.
-Le dijiste a tu abogado que eras inocente, pero ¿Cómo puede un mentiroso ser inocente?

Me muerdo el labio. Estoy ardiendo. Me da vergüenza. Tengo que hacer esto y pronto.
Mis emociones se mezclan dentro de mí, así que no estoy seguro de lo que estoy sintiendo.

Durer:
-Así que no vas a hacerlo sin importar qué. Bien, lo haré.

Durer saca una pistola. La aprieta contra mi frente.

Él sonríe maliciosamente.

Durer:
-Incluso si no te meas encima de los pantalones al ser amenazado a muerte, lo harás cuando dispare el arma.
-Un médico me dijo una vez, que los daños en la cabeza provocarán a un hombre orinar, lo ves.

Durer amartilla el arma con un clic.

Guys:
-Waahh...

Me estremezco.

Durer:
-Oye, no te he disparado todavía. Te voy a dar diez segundos: Diez. Nueve. Ocho.

Durer sonríe como un demente.
Él cuenta sin piedad. Mi mundo se llena con el brillo de sus ojos y la pistola contra mi cabeza.
Pero en mi vergüenza y humillación, todavía no puedo hacerlo.
Estoy enojado, estoy mortificado. Una lágrima baja por mi mejilla.

Sin embargo, aunque mis lágrimas fluyen libremente, el fluido que Durer quiere ver no lo hace.

Durer:
-¿Por qué estás llorando? Quiero ver algo de acción aquí.

Durer saca la pistola de mi cabeza y apunta en mi entrepierna.

Durer:
-Supongo que si no puedes hacerlo, sólo tendré que dispararte aquí.
-Los otros se alegrarán. Ellos han estado anhelando una mujer durante mucho tiempo.


Cierro los ojos con fuerza. La muerte es todo lo que ocupa mi mente. Mi parte inferior del cuerpo se relaja.
Entonces, junto con las lágrimas, otro líquido caliente sale de mi cuerpo.
Un charco amarillo se está extendiendo en el duro suelo de la prisión.
Gotas están haciendo anillos en el charco. Si las gotas son lágrimas o no, no puedo decirlo.

Durer:
-¡Jajaja! ¡Qué persona más sucia! ¡Realmente lo hiciste!

Durer se ríe a carcajadas con satisfacción.
Sus ojos indican que él me ve, nada más que como un títere.
Luego examina mis partes íntimas, como si fuera ganado para ser inspeccionado por un comerciante.
Me hace sentir de alguna manera que soy posesión de Durer.
Aprieto los dientes de rabia y frustración por mi impotencia.

Durer:
-Ahora, creo que ya no quiero estar más en este apestoso lugar.

Cuando el líquido comienza a filtrarse en los riscos del suelo, Durer finalmente me libera.
Me pongo los pantalones de nuevo y me acuesto en la cama.
No tengo la fuerza para resistirme a Durer...
Duele, duele que no pueda hacer nada para escapar de este destino...
¿Por qué no resultó esto de otra manera? Al pensar en esto, suspiro.
No necesito esta autocompasión. Voy a escapar de aquí.
Repito esto en mi cabeza una y otra vez. Mastico mis sábanas sucias.
Justo antes de la nominal, alguien camina delante de mi celda.
Quizás es Vallewida, limpiando lo último que queda de la orina que no se ha evaporado.
Sin embargo, no me apetece mirar para comprobarlo.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
No he podido avanzar casi nada, estuve trabajando y haciendo cursos, después tuve que cambiarme de ciudad por estudios y en eso he estado, así que tiempo la verdad no tengo mucho, y el poco que tengo prefiero utilizarlo para descansar, así que lo siento por quienes esperan seguir leyendo :(  , lo mas seguro es que el ritmo siga igual de lento u_u. 

Muchas gracias por leer y muchísimas gracias a quienes comentan, me dan energías para no abandonar! :D