¿Por qué no
ha intervenido la campana todavía? He estado anhelando el sonido durante un
tiempo. No es que me guste.
Es un sonido
que me acompaña desde la mañana hasta tarde en la noche.
Cuando llegué
aquí, pensé que era un sonido lúgubre y deprimente. Pero me he acostumbrado a ella
por ahora.
Luego están
las campanas para la hora del almuerzo, cena y tiempo libre.
Esas campanas
que he llegado a apreciar.
-¡Ay! ¡Maldita sea!
Esta es la
enésima vez. Otra gota de sangre brota en mi dedo.
Junto a mí,
Io ríe.
Cuando le tiro
una mirada, él me mira, tratando de parecer amigable.
-Lo, lo siento.
Es tan
patético que ni siquiera puedo molestarme en enojarme con él.
Y, además,
sus manos ágiles me ayudan a conseguir cosas de los guardias, así que realmente
no me puedo quejar.
- Io, ¿No has terminado mi parte
todavía?
Io:
-Uh.
Bueno, sólo un poco más de tiempo...
Cuando José se le queda mirando, Io, a toda prisa vuelve al
trabajo.
Salta a trabajar más rápido que si hubiera sido visto por un
guardia. Esto es tan típico de él.
De todos modos, no puedo
permitirme compadecerme de él.
Guys:
-¡Ow! ¡Maldita sea!
-No
otra vez.
Evan, que
se encuentra pasando para entregar un producto terminado, se ríe desenfrenadamente
en voz alta.
Guys:
-Oye, yo no tengo ninguna experiencia,
así que me pincho.
Giro mi cabeza para refunfuñar, pero luego veo a Durer y regreso
apresuradamente a trabajar.
Por el rabillo de mi ojo, puedo ver a Durer caminando, mirando a su
alrededor como si buscara a alguien.
Finalmente, localiza a su objetivo. Es Vallewida. Durer lo arrastra
lejos a su oficina.
Guys:
-
¿Hmm? ¿Él hizo algo?
Evan:
-¿Qué?
Evan acaba de regresar con una nueva caja. Me lanza una mirada y se
encoge de hombros.
Evan:
-Aw,
hombre. Él ha sido capturado de nuevo.
Suena tan despreocupado como siempre, pero tiene una dura mirada en
sus ojos, mientras observa la espalda de Vallewida.
¿Qué pasa con eso? ¿Vallewida está involucrado con Evan?
Evan nota que lo observo, rápidamente pone la cara normal y se
burla de mí como de costumbre.
Evan:
-¿Qué
estás mirando? ¿Estoy tan desgarradoramente genial? Lo siento, es un honor,
pero debo declinar.
Guys:
-¡Idiota!
Evan se ríe con ganas y se aleja.
-Oye
tú, ¿llamas a eso trabajar?
El guardia me
regaña.
Guys:
-
No señor, ¡lo siento
señor!
Trabajo duro en los zapatos, ahora.
Evan:
-Tengo
que ir al baño.
Un buen rato después, oigo la voz de Evan otra vez.
Guardia
B:
-Muy
bien, puedes ir.
Nuestro supervisor de hoy es relativamente amable. Él honra esa
petición. Evan inclina la cabeza en señal de agradecimiento y se va.
Había una extraña expresión definida en su cara. Me di vuelta otra
vez, pero Evan ya se había ido.
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Es de noche.
Hoy en día, no me apetece unirme a los otros jactando sobre mujeres
y juegos de azar.
Aún así, tampoco tengo la intención de sentarme alrededor de mi
celda solo.
Guys:
-Ya
han pasado tres meses.
Murmuro para mí mismo mientras salgo de mi celda.
Al lado, Vallewida está leyendo uno de esos libros complicados,
como siempre.
Guys:
- Oye.
-¿Qué?
Hablo a través de los barrotes, y responde secamente. Ahora se
apoya contra la pared mientras lee su libro.
Él mira hacia arriba de su libro y se levanta. Fija su mirada en mí.
Guys:
-
¿No vas a salir y dar un
paseo?
Él me da un vistazo y me siento estúpido por siquiera preguntar.
Gente desgastada, heridas como él realmente me asustan.
Y no me refiero al miedo que
tengo por Durer y su violencia. Es un miedo mucho más profundo, arraigado, como
el miedo a los fantasmas.
Desde el día en que nos
conocimos por primera vez, no me puedo quitar la imagen de Vallewida.
Esos ojos que me miran sin verme.
Esa voz
monótona que suena como si estuviera poseído por algo.
Esa dura
expresión facial de muñeca. Esa forma fantasmal de caminar. Todas estas son
cosas de la muerte que no deberían existir en este lado.
Aún así,
tiene días en los que puede sonreír como si nada nada pasara.
Por eso me
siento como si estuviera en alguna historia de miedo, para asustar a los niños.
Uno lleno de
gente que de repente se convierten en monstruos sedientos de sangre.
Vallewida:
- ¿Qué hay de ti? Te quedas afuera
hasta el momento que las luces están apagadas.
Vallewida
habla como un sacerdote dando un sermón solemne en la iglesia. Él realmente me
asusta.
???:
-¿Qué es esto, una cita entre los dos?
Alguien
detrás mío se burla de mí. Respondo por reflejo.
Guys:
- ¡No me pongas en el mismo barco que
tú!
Sin embargo,
los ojos de Vallewida caen en shock, y me doy la vuelta para ver quién está
detrás de mí.
-Oho. Seguro que tienes un montón de
orgullo, para gritarme.
Durer me mira
como cuando un depredador mira a un pequeño animal peludo.
Durer:
- He esperado pacientemente para que
consigas domesticarte, pero voy a tener que enseñarte tu posición, ahora.
- ¿No estás de acuerdo, Vallewida?
Durer se
dirige a Vallewida, pero Vallewida no dice nada.
Durer:
-Ya veo, ya veo. Como su superior,
debes querer enseñarle por ti mismo.
- Muy bien. Ven.
Vallewida:
-Lo siento, pero voy a salir un rato.
Vallewida
deja su libro y se pone de pie. Me habla con voz tensa.
Durer:
- Hmph. Tú vienes también, chico.
Durer,
obviamente disgustado con la calmada reacción, me dice que lo siga.
Guys:
-Sí…
Tímidamente
sigo a Durer y Vallewida.
Pasamos a
través de una puerta que normalmente está cerrada. Detrás de ella, un tramo de
escaleras conduce a un sótano.
Nadie dice
nada.
Entramos en
un pasillo forrado con cámaras disciplinarias. Gemidos y estallidos de risas
locas vuelan por el aire.
Guys:
-¿Qué es este lugar...?
Nadie
contestó, pero sé la respuesta.
Durer nos
lleva a una habitación amplia. Hay manchas negras en todas partes. Esto debe
ser una sala de torturas.
No hay duda
de que un sinnúmero de presos han muerto de dolor, aquí.
Guys:
-Ugh...
Un escalofrío
recorre mi espina dorsal.
Durer:
-Echa un buen vistazo. Aquí es donde
van quienes me desafían.
Vallewida:
- Es de mal gusto.
Vallewida
suspira y murmura entre dientes.
Sin embargo, Durer
parece haberlo cogido.
Durer:
- Te iba a hacer perder esa actitud
descarada aquí, chico, pero parece que hay algo que debo hacer primero.
Durer está
sonriendo, pero sus ojos no lo están.
Vallewida:
-Lo siento.
Vallewida en
silencio se disculpa e inclina la cabeza.
No sé lo que
está pensando en el fondo, pero en el exterior no parece con miedo o agitado.
Durer:
- Estoy seguro de que acabas de decir
algo. Déjame mostrarte quién es el dueño de ese cuerpo.
- ¡Mira bien esto, chico!
Al decir eso,
Durer violentamente lanza a Vallewida en el suelo.
Antes de que
Vallewida pueda levantarse, Durer le da una patada con su dura bota de cuero.
Vallewida
dobla su cuerpo un poco.
Vallewida:
-
Uuu......
Ello permite
a Vallewida evitar un golpe a sus órganos vitales, pero el golpe en el estómago
le hace gemir.
Durer lo
patea de nuevo, sin mostrar misericordia.
Está
respirando muy fuertemente, pero el sonido de su carne siendo golpeado es
claramente audible.
No puede
escapar, pero está evitando el peor de los daños. Esto molesta a Durer.
Durer:
- Eres bastante bueno escapando, como
siempre.
Cuando
menciona "escape", Vallewida hace una mueca. Como resultado de ello,
su reacción ante el próximo golpe es demasiado tarde.
Puesto que no
lo puede evitar, se cubre la cabeza con los brazos.
Durer:
-¡No
vas a necesitar eso!
Durer empuja los
brazos de Vallewida con su pie.
Durer:
-
¡Eres un traidor que
prometió lealtad a su tierra, y luego se escapó!
- Esa bonita cabeza tuya es todo lo
que tienes. ¡El resto no es importante!
Durer mira hacia abajo a Vallewida mientras habla.
Vallewida aprieta sus puños y su cuerpo se pone rígido. Entonces...
Durer lo jala por su cabello; hay ira y odio inconfundible ardiendo
en sus ojos.
Sin embargo, al momento siguiente Vallewida va cojeando, como una
marioneta sin titiritero.
Durer lo libera y cae en el suelo.
Debe doler
mucho, pero Vallewida no hace ningún sonido.
Por un momento
creo que se ha desmayado. Pero los ojos de Vallewida siguen
abiertos.
No hay miedo, ni ira, ni odio; pero sus ojos están realmente
abiertos.
Me estremezco al darme cuenta que ha renunciado a todo.
¿Dejaré también un día, de preocuparme por mi sufrimiento así? Si
es así, entonces creo que será cuando deje de ser humano.
Durer:
-
¿Qué es esto? ¿No te vas a
enojar? Tú marica.
Durer patea a Vallewida nuevamente. El cuerpo de Vallewida se
sacude.
Guys:
-Mierda…
La parte superior del
cuerpo de Vallewida ahora está desnuda. Está cubierto de cortes y contusiones,
algunas antiguas y otras nuevas.
Durer:
-
Así que, ¿qué voy a hacer
contigo?
Durer no oculta su placer mientras mira hacia abajo, a la expresión
distraída de Vallewida.
Durer:
-
¿Qué quieres? Eres un
lascivo, por lo que deseas que te pegue, ¿no?
Durer se lame los labios mientras hace la pregunta.
Vallewida:
-
Sí. Por favor, hágalo.
Mis ojos se abrieron con sorpresa. Es como si hubiera sido puesto
bajo un hechizo.
Esa mirada vacía, en blanco. Sí, este es el fantasma de Vallewida.
Durer:
-
Eso es. Quédate así, sabes
que soy tu dueño, ¡y será así hasta el final!
Vallewida actúa como un
absurdo títere.
Durer:
-
¡Eres tan inútil, como
algo que vive en una zanja!
Durer escupe su insulto a Vallewida, y trae un palo de pino.
Vallewida ni siquiera pestañeó.
Durer:
-
¡Toma esto!
El palo deja marcas rojas
en su piel blanca.
Una astilla del palo se incrusta en la piel, y la sangre comienza a
fluir hacia fuera.
Vallewida:
-…Ahh……
Vallewida abre su boca, y se jadea. Eso es todo.
Durer:
-
No te… importa que te maten...
No... estás mejor… muerto!
-
Tú... maldita puta... tú deberías...
tú deberías...
Durer
entierra el palo con cada palabra que dice.
Durer respira
pesadamente. El palo golpea sobre la carne de Vallewida.
Durer:
-Tu...
vida me pertenece... a mí... Eres... basura… Eres inferior... a un perro!
Vallewida no grita, ni siquiera se queja.
Él no trata de esquivar
el palo.
Su rostro ni siquiera se contorsiona en una expresión de dolor.
Se ve cada vez más como el cadáver que parecía, cuando lo conocí.
Durer:
-Aquí… Cómo te gustaría… maldito… demonio…
Vallewida sigue mirando fijamente el techo mientras el palo golpea
su cara…
Es como si Durer sintiese el mismo tipo de miedo que yo.
Él comienza a golpear a Vallewida aún más fuerte.
Nuevas heridas aparecen en su pecho y estómago.
Sangre vuela alrededor y salpica en la cara de Durer. Es casi como
si estuviese lloviendo sangre.
Vallewida:
-…Huff…
Huff… Huff…
En los intervalos en que Durer está levantando el palo, puedo oír la
respiración de Vallewida.
Su aliento
casi suena como el gorjeo de un moribundo.
Durer:
-¡Di…
algo!
El rostro de Durer es el de un demonio. Le hunde el palo con todo lo que
tiene.
Vallewida:
-…Ugh……
Vallewida hace un sonido por primera vez, aunque no es porque Durer
se lo dijo.
Satisfecho con esto, Durer se detiene.
Él se agacha
al lado de Vallewida, y pasa la mano a lo largo de sus muchas heridas.
Vallewida:
-…Uuu……
Agarra una de
las heridas con sus uñas. Vallewida se pone rígido.
Una lágrima
brota en un rincón de sus ciegos ojos.
Durer:
- ¡Jajaja! ¡Me perteneces a mí, hasta tu muerte!
Durer ríe en
histéricas carcajadas. Me asusta hasta la médula.
Guys:
-Esto...
no puede estar… pasando...
No puedo
creer lo que está pasando en frente de mí.
Durer se ha quitado los pantalones. Su miembro es de color rojo
intenso y apunta hacia arriba.
Durer:
-También,
tu vida es mía.
Durer se acaricia a sí mismo. Se lame la sangre de Vallewida de la
cara.
¿Él está deleitando su presa? ¿O está saboreando la idea de comer
el sacrificio?
Durer:
-
Algún día, te voy a
matar, lentamente...
Él murmura
distraídamente mientras eyacula sobre Vallewida.
Vallewida:
-Sí.
El aire esta acre con el olor de la sangre y el semen. Durer sonríe
con crueldad.
Vallewida
todavía tiene esa mirada distraída en su rostro.
Es la imagen
del alma de un hombre en el infierno, atormentado por un demonio.
Guys:
-Ugh……
A medida que veo
el espectáculo, siento que algo sube hasta mi garganta.
Empiezo a perder la conciencia.
Guys:
-No…
Durer gira su
cabeza y me mira. Sólo veo la imagen de Satanás.
Mi visión se
vuelve negra. Recuerdo un sueño.
Un sueño de
cuerpos mutilados. Un sueño de caras rotas. Un sueño de un cadáver en una
lluvia de sangre.
Y el cadáver
estaba sosteniendo a un hombre con el rostro de una mujer.
Guys:
-Uhh……
Algo
desagradable sale de mi garganta. Se derrama fuera de mi boca.
Sigo
vomitando, tanto, que me pregunto cómo mi estómago retiene tanto.
Guys:
-Urgghh!
Ya no puedo respirar. Pierdo la conciencia.
Vallewida:
-Oye...
¡Oye!
Me pregunto cuánto tiempo estuve inconsciente. Oigo una voz de muy
lejos. Una mano grande está tocando mi mejilla.
Guys:
-Cállate,
hermano. Déjame dormir un rato más.
Sacudo la
mano.
Vallewida:
-¿Estás bien?
Algo no está
bien. Mi hermano no es tan gentil.
Mis ojos se
abren de golpe. Ante mí está Vallewida.
-Waah!
Vallewida:
-Ups…
Me levanto de
un salto. Vallewida me estabiliza.
- Te ves bien para mí.
Vallewida
sólo me sonríe gentilmente.
Pero eso no
es lo que estoy viendo. El monstruo de mi sueño se superpone encima de la
misma.
De repente,
Vallewida extiende su mano.
Guys:
-¡No me toques!
Bruscamente
quito su mano.
Vallewida
sonríe amargamente y se me acerca por segunda vez.
Guys:
-¡Mantente alejado de mí! ¡Tú
monstruo!
Miro furioso
a Vallewida y retrocedo.
Me doy cuenta
de que tengo miedo. Pero esta es exactamente la razón, por la qué no puedo
dejar de fulminarlo con la mirada.
-Ah…
Vallewida da
un paso atrás.
Vallewida:
-Ahhh……
El agarra su
cabeza, como si le doliera.
Guys:
-Qu, ¿Qué?
Vallewida:
-Mi cabeza... Mi cabeza... Me duele...
Presiona
ambas manos contra su cabeza. Su cara se contorsiona en una expresión de dolor.
Estoy
momentáneamente desconcertado. Vallewida, con la respiración entrecortada,
comienza a decir palabras de arrepentimiento.
Vallewida:
- Yo, lo siento... No era mi
intención... Yo realmente no quería que te involucraran…
- Yo no… espero que me perdones...
Pero lo siento.
Guys:
-¿Eh?
No creo que
él me esté hablando a mí.
Él debe estar
disculpándose con alguien a quien le hizo algo hace mucho tiempo.
Sin embargo,
es conmigo con quien él debería disculparse. Si mal no recuerdo, él me hizo
vomitar.
No obstante,
mi boca y mi cara están limpias. Y no hay nada en el suelo, tampoco.
Él está
terriblemente herido, pero aun así me cuidó. Aunque él todavía me pone los
pelos de punta, no es un mal tipo.
Guys:
-Lo siento, también. Cuidaste de mí y
todo.
Pido
disculpas y toco el hombro de Vallewida. En reacción, su cuerpo se pone rígido.
Se gira hacia
mí. En su cara hay una complicada mezcla de miedo, dolor y odio.
Vallewida:
-¿Quién eres...?
En ese
momento, la campana suena. Las palabras de Vallewida son interrumpidas.
Guys:
- Es hora de la nómina. Vamos.
Comienzo a
correr. Ahora mismo, no podría lidiar con el castigo por llegar tarde.
-¿Quién eres tú...?
Al menos, eso
es lo que escucho. Miro por encima de mi hombro. El fantasma de Vallewida está
de pie allí.
Se lo repite
a sí mismo, en ese acento sureño suyo.
Vallewida:
-¿Quién eres tú...?
Yo huyo,
temblando.